This work is an advance of a research project: "Violence its setting and its processes of identification" carried out by the social psychology teaching team at the FHYyCS-UNJu (The Humanities and Social Sciencies) UNJu evaluated and finance by SeCTeR. Its main objective is to analyze two antagonic theoretical perspectives about the origin of violence and, ultimately on the human psyche. It is quite common to point out that the violence in Argentina has grown in different places of everyday life of Argentine people, violence growth that accompanies crime or its sporadic reappearance in certain expressions of social conflict, during the last two decades more atypical phenomena have been added to the other historical moments in our country. We mean the more frequent suicide cases (especially among young people), different forms of aggression among members of the educational community, among neighbours in neighbourhoods, football fans and even in the traffic quarrels. These are just some example of how violence is involved practically our daily life, since most of us have been victims, protagonist or direct witnesses of different forms of violence. But what is specially significant is how simultaneously is has been produced extraordinary advances in the discoveries in the genetic fields as well an in microbiology, different expression of conservative thinking (considering a moment of apogee from 80 on) people have tried to force deductions that interpret all violence phenomena derived from aggressive behaviour inherent to the species, or inherited organic illnesses. All these interpretations, among other practical expression reinforce the representative apparatus, the enhancement of the condemnation or de decrease of the edge unfit to be pleaded a negation of fragmentation, as common denominator of the role of the determination, with are socio-historical in violent behaviour.
El presente trabajo es uno de los avances del proyecto de investigación "La violencia: escenarios y procesos de identificación" llevado adelante por el equipo docente de las cátedras de Psicología Social de la FHyCS-UNJu, con evaluación y financiamiento de la SeCTeR. Su principal objetivo es el análisis de dos perspectivas teóricas antagónicas sobre los orígenes de la violencia y, en última instancia, sobre la concepción misma del psiquismo humano. Es un lugar común señalar que en los últimos años se han multiplicado los hechos de violencia en los más diversos ámbitos de la vida cotidiana de los argentinos: al aumento de la violencia que acompaña al delito común o su reaparición esporádica en determinadas expresiones del conflicto social, se han agregado en las últimas dos décadas fenómenos más atípicos en otros momentos históricos de nuestro país. Nos referimos a la mayor frecuencia de casos de suicidio (especialmente entre jóvenes), diversas formas de agresión entre miembros de la comunidad educativa, entre vecinos de barrio, espectadores de futbol y hasta en los múltiples altercados de tránsito. Estos son apenas algunos ejemplos de cómo la violencia ha llegado prácticamente a "envolver" nuestra cotidianidad, ya que la inmensa mayoría hemos sido víctimas, protagonistas o testigos más o menos directos de distintas formas de violencia. Pero lo que resulta especialmente significativo es que como simultáneamente se han producido extraordinarios avances en los descubrimientos en los campos de la genética y la neurobiología, diversas expresiones del pensamiento conservador (montados en el auge que tuviera a partir de los '80) han tratado de forzar deducciones que interpretan todo fenómeno de violencia como derivado de conductas agresivas propias de la especie o de enfermedades orgánicas heredadas. Todas estas interpretaciones a la moda que, entre otras expresiones prácticas llevan al reforzamiento del aparato represivo, la ampliación de las condenas o la disminución de las edades de ininputabilidad, tienen como común denominador la negación o fragmentación del papel de las determinaciones históricos-sociales en las conductas violentas.